Un león y un oso hambrientos se pusieron de común acuerdo para cazar un cervatillo que asomó la cabeza por entre el verde follaje.
Al iniciar el festín cada cual reclamó su derecho y se trabaron en feroz contienda para determinar quién tenía la preferencia sobre el cervatillo
Una zorra que merodeaba por el lugar observó con vehemencia el episodio y se dijo:
—¡Excelente oportunidad para saciar mi hambre!
Acompañando las palabras a la acción, arrastró al cervatillo hasta su madriguera.
Cuando el león y el oso se dieron cuenta, pusieron el grito en el cielo y vociferaron:
—¡Pobres de nosotros! Mientras nos peleábamos como dos tontos llegó la zorra y sacó provecho.
Moraleja:
Quien disputa y no comparte, perderá toda su parte.
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